Ramón Jesurún, presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, y su hijo fueron detenidos en Estados Unidos en medio de los desmanes previos al partido entre Colombia y Argentina este domingo.
El dirigente habría sido conducido a instalaciones de la Policía pero habría quedado libre tras unas horas de detención; sin embargo, hasta el momento no se ha podido confirmar si su hijo continúa retenido por las autoridades del país norteamericano.
En redes sociales se divulgaron fotos del arresto, donde presuntamente son fotos de reseña policial del arresto de Ramón Jesurún, presidente de la FCF y su hijo Ramón Jamil en Miami, tras los disturbios de anoche. Según el portal Local 10 News y la cuenta de X de Melquisedec Torres, Jesurún enfrenta tres cargos de agresión a un funcionario o empleado específico. «Jesurún fue ingresado en el Centro Correccional Turner Guilford Knight poco después de las 4:15 am del lunes, según los registros de la cárcel». «Local 10 News ha solicitado una copia del informe de arresto del mayor Jesurún. Tanto él como su hijo tenían previsto comparecer ante el tribunal de fianzas de Miami-Dade el lunes por la tarde. Según los registros de la cárcel, aún no se han fijado las fianzas de ambos hombres».
Durante minutos previos al juego, se presentaron varios desmanes en los que se vieron implicados fanáticos del equipo colombiano, el personal de logística del estadio y uniformados de la Policía de Estados Unidos, luego de qué cientos de personas que no tenían su boleta para el ingreso decidieran romper las barreras de seguridad, trepar las vallas o saltar los torniquetes para poder acceder al interior del Hard Rock Stadium.
Por medio de de redes sociales ha circulado un video en el que se puede apreciar, como aparentemente, el presidente se vio involucrado en una de las riñas con el personal de logística del estadio y las autoridades estadounidenses en una de las puertas de acceso, en la que hasta los menores de edad que se encontraban en el lugar se vieron afectados.
Jesurún trataba de solucionar los problemas de logística para el ingreso al estadio de los aficionados colombianos previo al partido cuando se registraron enfrentamientos con la Policía local.
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