La Feria de la moda y confecciones, Colombiamoda, cierra en Medellín con negocios por US$179 millones, 55 % menos que en 2016, estableciendo tendencias de moda en las pasarelas con tallas grandes, víctimas del conflicto armado, sobrevivientes de cáncer y modelos tatuadas y hasta con cicatrices.
Este año , Colombiamoda reunió a 13.600 compradores de 50 países, hizo posible que ciertos tipos de personas, discriminadas por diferentes razones de los grandes eventos de la moda, tuvieran cabida y acogida en cada una de las 69 pasarelas que se pudieron apreciar.
En Colombiamoda 2017 estuvieron también presentes las víctimas del conflicto armado que hicieron parte de diversos proyectos.
El modisto Juan Pablo Socarrás, quien sirvió de asesor de la iniciativa «Vivimos pacíficamente», que integran 60 empresarios afectados por grupos armados, y que ayudaron a crear la colección «Volver a comenzar», fue una de las notas destacadas del evento.
Sorprendió también que el desfile de María Luisa Ortiz y Diego Guarnizo, «Rosa María», fuera abierto por una sobreviviente del cáncer, que modeló orgullosa de haberle ganado la batalla a la enfermedad, de la que le queda como evidencia la falta de cabello.
Los cánones de la belleza, o las formas de mostrarla, han cambiado y ya no se acercan a la «inalcanzable perfección» que pretendían vender las marcas sino a lo real y no por ello menos hermosa.
El espacio que se abrió en Colombiamoda fue aplaudido por María Jiménez Pacífico, la primera «top model» colombiana de tallas grandes, y por las blogueros que desde las redes sociales buscan el reconocimiento de quienes no cumplen con las exigentes medidas 90-60-90.