La solicitud de quiebra revela una situación financiera de WOM Chile, con pasivos que oscilan entre los US$1.000 y US$10.000 millones, y activos que enfrentan una incertidumbre similar. A pesar de este revés, la medida permite a Wom seguir operando mientras diseña un plan para saldar sus deudas con los acreedores.
Tras un intento fallido de refinanciar una deuda millonaria que vencía en noviembre, la compañía se ha acogido al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras en Delaware, según documentos recientes.
Wom irrumpió en el mercado de las telecomunicaciones con una propuesta audaz: planes económicos respaldados por una campaña de marketing vibrante. Sin embargo, la compañía se encontró rápidamente en problemas financieros a medida que intentaba ganar terreno frente a los gigantes establecidos del sector. A pesar de su crecimiento en América Latina, la empresa no pudo mantener su liquidez mientras expandía su base de usuarios.
Los problemas financieros de Wom se reflejaron en el mercado de bonos, donde sus bonos de 2024 cayeron por debajo de los 30 centavos de dólar. Estas dificultades provocaron inquietudes entre los inversores sobre la liquidez de la empresa y desencadenaron consultas con asesores financieros para explorar posibles soluciones.
La historia de Wom comenzó en 2015, cuando Novator Partners LLP adquirió los activos de Nextel Chile y transformó la marca en lo que ahora conocemos como Wom. La visión detrás de la empresa provino del empresario islandés Thor Bjorgolfsson, fundador de Novator. A pesar de sus esfuerzos, Wom nunca pudo alcanzar el nivel de dominio esperado en el mercado chileno de telecomunicaciones.
Wom logró capturar un 21% de la cuota de mercado de líneas móviles en Chile, situándose como el tercer jugador más grande después de Movistar y Entel. Sin embargo, la competencia con gigantes como Telefónica y Claro, de Carlos Slim, demostró ser demasiado intensa para la empresa emergente.
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