Al menos 22 personas murieron y alrededor de 50 resultaron heridas tras concurrir a un recital de la cantante pop estadounidense Ariana Grande, en el Manchester Arena de esa ciudad británica, a causa de una explosión, cuyos motivos aún se desconocen.
La policía en un comunicado precisa que consideraba el hecho «un atentado terrorista hasta que se pruebe lo contrario».
El autor del ataque murió en el lugar al hacer detonar un artefacto de fabricación casera, precisaron las fuerzas del orden de Manchester. Agregaron que entre las víctimas hay niños.
Por el momento, la principal hipótesis de las autoridades es que se trató de un ataque terrorista.
Según la prensa local, todo sucedió minutos antes de terminar el concierto de Grande, a las 22.35, hora local. Cuando aún la cantante entonaba su último tema, se escuchó un estruendo, que provocó que la multitud que había ido a presenciar el concierto saliera corriendo desesperadamente.
