Cartagena-Barranquilla es una obra que ha generado más de 9 mil empleos en la región, y a su paso, ha ejecutado acciones ambientales para la restauración de ecosistemas a través de la siembra de más de 40 mil plántulas de mangle en la Ciénaga de la Virgen, la construcción de 7 pasos de conectividad ecológica para la protección de la fauna silvestre y la entrega de 6 viveros bioclimáticos como emprendimientos para las comunidades de La Boquilla, Villa Gloria, Tierra Baja y Puerto Rey.
34 hectáreas nuevas de mangle en la Ciénaga de la Virgen La Ciénaga de la Virgen en Cartagena es un humedal de gran importancia considerado como prioritario para la ordenación y el manejo sostenible en la región.
En ella, como parte de las acciones de compensación del proyecto vial, a través de la ANI y la concesión Ruta Costera, se realizó la siembra de más de 40.000 plántulas de mangle rojo, negro y amarillo en 34,13 hectáreas, que sirven para proteger a las comunidades de las inundaciones, de hábitat para diferentes especies animales y captura de carbono.
A la fecha se cuenta con un 100 % del establecimiento de las plántulas y se adelanta la fase de mantenimiento de dicha plantación. La actividad ha logrado la vinculación de comunidades del área de influencia como La Boquilla, Villa Gloria, Tierra Baja y Puerto Rey, quienes participan con actividades de viverismo, siembra, monitoreo y mantenimiento de la compensación.
“Con la participación activa de las comunidades en la restauración de manglares, se benefician hombres y mujeres; las mujeres cultivan, los hombres sembraban, esto es todo un ejercicio de economía circular, ahora somos emprendedores”, Gloria Sánchez, líder de la comunidad de Villa Gloria.
Con siete pasos de fauna se evita el atropellamiento
El corredor cuenta con siete pasos de fauna a los cuales se les hace seguimiento semanal. Como parte del compromiso por proteger la biodiversidad y el medio ambiente, en la Circunvalar de la Prosperidad también se implementaron estrategias encaminadas a la conservación de la fauna, en especial del Cangrejo Azul (Cardisoma guanhumi) en el sector de la Ciénaga de Mallorquín, en Barranquilla.
Las acciones se desarrollan tras la realización de estudio con la Fundación Omacha, donde se logró identificar el comportamiento de la especie y determinar acciones prioritarias para su preservación.
Tres de los siete pasos de fauna son para los cangrejos, estos cuentan con material orgánico que simula la transición del ecosistema de manglar y un cerramiento en fibra de vidrio en ambas calzadas para encauzarlos de manera segura y evitar que trepen la barrera y lleguen hasta la vía.
Estas medidas buscan proteger la biodiversidad y son una oportunidad para el desarrollo de infraestructura sostenible, al mitigar y evitar los impactos de atropellamiento de fauna y efectos del cambio climático.
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