Dos alianzas productivas de yuca y arroz en zona rural de Repelón impulsan la economía de 70 familias campesinas de este municipio del sur del Atlántico. El gobernador Eduardo Verano De la Rosa recorrió los cultivos y conoció de primera mano los resultados positivos de este programa de la Secretaría de Desarrollo Económico de la Administración Departamental.
«Con estas alianzas, unimos a la Gobernación, Alcaldía y asociaciones de pequeños productores para agruparse y así sembrar grandes extensiones de cultivos. Logramos traer maquinaria que sirva para tecnificar todas las etapas de los procesos agrícolas», expresó Verano De la Rosa.
El mandatario enfatizó en que este modelo de trabajo permite que aumente la rentabilidad de los productos del campo que son cosechados. «Ojalá podamos sembrar miles de hectáreas con la más alta tecnología y las mejores semillas, de manera que podamos competir a nivel internacional».
A través de la Secretaría de Desarrollo Económico, la Gobernación puso en marcha la siembra de 90 hectáreas de yuca dulce que fortalece la economía de 30 pequeños productores de Repelón.
De las 90 hectáreas proyectadas para estos cultivos, con una inversión de $518 millones, ya se han sembrado 53. El rendimiento para los campesinos es de 7 toneladas por ha.
Tras visitar la alianza productiva de yuca, el gobernador recorrió la de arroz que beneficia a 40 pequeños productores de zona rural del corregimiento de Villa Rosa, en Repelón. En la primera etapa del proyecto, los campesinos beneficiarios siembran 60 hectáreas de arroz; en la segunda serán otras 60.
La Gobernación invierte $781 millones que permiten el cultivo de arroz en esta zona del departamento.
El secretario de Desarrollo Económico del Atlántico, Anatolio Santos Olaya, afirmó que esta es la forma como se viene trabajando para mejorar los ingresos de los campesinos y el camino que sigue es buscar transformación del producto para ganar valor agregado y por ende rentabilidad.
«Tenemos garantizada la cosecha del producto a precio justo, a precio nacional y apuntamos a la transformación para que ellos generen mayores ingresos para sus familias. Allí es que está el verdadero cambio social».
Santos precisó que los recursos se invierten en semillas, fertilizantes, asistencia técnica y acompañamiento para el encadenamiento productivo de los cultivos.
En Repelón también se hizo la socialización del programa de capacitación para agricultores: «Herramientas básicas para el crecimiento de su negocio agrícola», el cual cuenta con el apoyo de la Fundación Monómeros.