viernes, abril 25Noticias todos los días

Petro se reunió con alto mando en el Primer Encuentro de Comandantes de Policía del país

He querido mirar los datos que hasta este momento tenemos. Los datos son siempre cuestionables, sobre todo cuando se trata del, llamémoslo así, pequeño delito, que es el que más se presenta, que es el que más afecta la percepción de seguridad. En las grandes ciudades, generalmente, y que para ser medido cuando se utiliza la denuncia, pues tenemos un subregistro denuncio muy alto.

Hay una tendencia a la población a no denunciar el pequeño delito que hace que el dato no sea confiable, ni si crece ni si disminuye. Por tanto, general, yo le he pedido solo a usted desde hace dos años ya que el Ministerio del Interior, que tiene un observatorio por ahí, realice periódicamente, vale dinero una encuesta de criminalidad, o el nombre que se le quiera poner.

Se hacían, los he visto cuando era alcalde, vi unas dos. Me permitió comparar periodos. Es importante porque a diferencia de la denuncia muestra a través de la encuesta y si la muestra está bien hecha, estadísticamente hablando, lo que se aproxima mucho a la realidad en cuanto a victimización en Colombia, una pregunta clave siempre es ¿en el último año ha sido usted víctima de un delito?

Dando el porcentaje que, si se compara en un periodo largo de tiempo, nos muestra realmente las tendencias de la seguridad en. No puedo decir nada ahora porque esa encuesta no se ha hecho ni en lo que va en mi Gobierno ni hace mucho tiempo atrás. La última que vi, no sé si sea la última en realidad, fue en el Gobierno de Santos, y esto es clave, incluso teniendo la última, el gobierno de Santos.

Una ahora nos mostraría esa brecha de tiempo que ya casi es una década. Si avanzamos o no avanzamos, sobre todo si cambió la estructura del delito. Es difícil moralmente, o dependiendo la concepción que uno tenga, es decir, que la seguridad ha aumentado. Si ha aumentado el delito contra el celular que hace una década, pues era menor porque los aparatos valían menos y hace veinte años menos todavía, a si ha disminuido el homicidio en Colombia, y aquí hay una distancia entre ética y percepción ciudadana.

Porque, lamentablemente, sobre todo en países con la historia como el nuestro, normalizada, la muerte, la ciudadanía no se fija en si subió o no el homicidio, desde el punto de vista numérico es marginal para la mayoría de la sociedad, sino si subió o no el hurto de celulares, que no es marginal para la vida de la sociedad.

Es una paradoja de tipo ético y moral. Yo siempre como gobernante me he fijado casi que únicamente en el homicidio, pero obviamente aún si nos va bien en la tasa de homicidios, si el hurto de celular aumenta, nos va mal frente a la ciudadanía y este es un tema, digamos, a analizar, porque yo creo desde la seguridad humana que indudablemente los delitos contra la vida son mucho más profundos que los delitos contra la propiedad.

Tiene que ver con la estructura social y con la valoración de la riqueza que nos meteríamos ya en análisis sociológicos. Pero también hay que hacerlos. La Policía tiene que tener sociólogos, sociólogos, antropólogos, antropólogos, etcétera, filósofos. Porque si una sociedad valora más el bien que la vida, pues tenemos problemas y amerita un cambio cultural de la sociedad. Antes que nada, prácticamente la política de seguridad tendría que concentrarse en un primer momento en un cambio cultural, porque una sociedad tiene que valorar mucho más la vida que el bien, y todavía el bien que menos vale sobre el bien que más vale, etcétera, etcétera.

¿Cuántas veces no hemos visto en las grandes ciudades gente haciéndose matar o delincuentes, matando por un celular? Ustedes más que yo conocen eso porque es de la vida cotidiana y tiene que ver con una inversión de los valores sociales producto de una anti cultura centrada en la codicia y el tener. La codicia y el tener son las causantes de la corrupción y de la violencia.

En Colombia hoy no podemos decir esto mismo en 1948, el 9 de abril, ayer, hace no me acuerdo cuántos años. Llevamos un proceso de degradación social y de degradación institucional que hace ver más importante el bien que la vida. Pero dejo ahí como simplemente como un paréntesis para entrar a analizar estos números.

Estos números no los voy a analizar por el pequeño delito, siempre menos, menos, menos. El año pasado era lo mismo, menos respecto al año antepasado, menos, menos, menos, prácticamente en todos los escalones del pequeño delito, llamémoslo así. Pequeños delitos, entre comillas, pareciera que fuera desapareciendo. Y yo quiero constatar eso en una encuesta, para no engañarnos, no por denuncia, sino por encuesta. Yo le llamo a eso estructural.

Cuando las muestras son bastante grandes, la muestra pequeña ahorra plata, pero no sirve estadísticamente. Pero concentrándome ya en los en los delitos contra la vida y tratando de hacer un análisis, en el consejo de seguridad pasado hicimos una primera aproximación. Del lunes en ocho, Angie (Rodríguez, directora del DAPRE), yo quiero en cadena que hablemos de seguridad para prepararnos ahí de frente a la sociedad colombiana, no solamente aquí a los frente a los oficiales.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *