Un informe de Fenalco, revela que en febrero el 67% de los comerciantes registró ventas iguales (42%) o inferiores (25%) a las del mes anterior.

Pese al crecimiento del comercio electrónico, las tiendas físicas siguen desempeñando un papel clave en la experiencia de compra. Eventos internacionales como NRF 2025 en Nueva York han demostrado que la transformación del retail pasa por la integración de experiencias digitales y físicas, con tecnologías como carritos de compra inteligentes, realidad aumentada y personalización con inteligencia artificial.

La demanda de útiles escolares y equipos de computación contribuyó a mantener un flujo de ventas estable, el consumo sigue mostrando signos de debilitamiento. Ante esta realidad, los comerciantes han intensificado sus estrategias de promoción y descuentos para estimular la demanda y fidelizar a los clientes.

Uno de los factores que ha afectado al comercio es la inflación, que no ha mostrado signos de reducción desde noviembre del año pasado. Esta situación ha hecho que las promociones sean clave para los consumidores, quienes buscan maximizar el rendimiento de su dinero. Sin embargo, la confianza de los empresarios en el futuro inmediato sigue siendo baja: el 48% cree que la situación permanecerá igual, el 36% espera mejoras y un 16% se muestra pesimista.

Según el Índice de Logística de Mercados Emergentes 2025, Colombia se ubicó en el puesto 21 de 50 países, destacando la necesidad de modernización en este sector. La implementación de inteligencia artificial y tecnologías avanzadas podría optimizar rutas y minimizar interrupciones en la cadena de suministro.

El mercado laboral también enfrenta serios problemas. La tasa de informalidad aumentó a 56% en el último trimestre analizado, reflejando la falta de oportunidades en el empleo formal. La fallida reforma laboral del gobierno, que proponía cambios que podrían haber encarecido los costos laborales en un 34%, generó preocupación entre los empresarios y finalmente fue descartada.

A estos retos se suma el incremento en la tarifa de renovación del registro mercantil, que ha impactado especialmente a medianas y grandes empresas. En algunos casos, los costos de este trámite han aumentado hasta en un 300%, generando mayor presión sobre el sector productivo y potencialmente desalentando la generación de empleo.