Alberto Contador se despidió del ciclismo desde lo más alto, desde la cima de L’Angliru, con una victoria apoteósica que dio más brillo en su último día de competencia en las altas cumbres.
Para Chris Froome será la Vuelta. Un evento que tuvo en Contador su principal oponente a pesar que fue Vincenzo Nibali el que tendría el podio en segundo lugar y Zakarin, el tercer cajón.
El desfallecimiento de Contador en la primera jornada de la Vuelta donde cedió cerca de 4 minutos, fue la clave para no conquistar esta Vuelta a España.
«Sabía que era mi día y que no había lugar mejor para despedirse». Estas fueron sus primeras palabras tras cruzar la meta. Tal vez no exista un final más soñado para un ciclista: ganar a todos en la etapa más dura, cruzar en solitario la meta y recibir, durante toda su aventura en las alturas la enorme ovación de un público totalmente entregado y que ya llora la marcha de uno de los ciclistas más grandes de todos los tiempos.
Los colombianos Miguel Ángel López y Esteban Chaves bien temprano se despidieron de opción de etapa en el ascenso final. López fue décimo en la general.
Una Vuelta donde Chris Froome tuvo la suerte de todo campeón de un desfallecimiento de Alberto Contador en la primera jornada de montaña, que después de tanto esfuerzo en las etapas siguientes, no pudo recuperar.