Con solamente cuatro meses de intervención forzosa por parte de la Superintendencia Nacional de Salud, el hospital Rosario Pumarejo de López, de Valledupar, registra mejoras en la prestación de servicios a la población usuaria y avances en los indicadores de gestión.
«El hospital cogió un camino distinto, duplicó la facturación de 2.000 millones de pesos a 4.300 millones de pesos y aumentó la capacidad instalada; además cuenta con la nómina al día y reabrió nuevos servicios», dijo el Superintendente Fabio Aristizábal Ángel, durante una visita realizada a esta institución asistencial.
En el recorrido, evidenció la reapertura de 12 servicios especializados, la recuperación del piso quinto para hospitalización y la reciente apertura de la UCI Pediátrica, con 8 camas.
» Me llena de orgullo ver las unidades de cuidados intensivos de adulto, neonatales, los nuevos servicios y el compromiso de los profesionales que trabajan con su dotación e insumos adecuados en los pisos tercero, cuarto y quinto», agregó Aristizábal Ángel.
Durante el recorrido a las instalaciones, el Superintendente estuvo acompañado por el gobernador del Cesar, Andrés Meza Araújo; la secretaria Departamental de Salud, Érika Maestre Vega, y el agente interventor del hospital, Duver Vargas Rojas.
El mandatario seccional aplaudió el trabajo articulado que se ha hecho con el Gobierno Nacional, la Supersalud y la interventoría para recuperar el hospital y anunció que se finalizó la construcción de la sala de urgencias, que va a contar con más de 80 camas.
Durante la estadía del Superintendente, también se desarrolló una mesa de trabajo con los representantes de las EPS Sanitas, Coosalud, Cajacopi y Asmet Salud, las cuales conocieron el portafolio de servicios del hospital.
» Hicimos un llamado a estas EPS para que contraten con el hospital porque ha vuelto a ser insignia y necesitamos reaperturarlo para que lleguen muchos pacientes», sostuvo el Superintendente.
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