Para Rigo, fue el mejor momento de su carrera deportiva. Es el tercer colombiano que se sube al podio de la carrera francesa considerada la mejor del mundo. Antes lo habían hecho Nairo Quintana en dos oportunidades y Fabio Parra.
Urán vive en Italia y que habla perfectamente ese idioma debido a que desde 2006 se radicó allí, recibiendo la hospitalidad de una familia de ese país que lo acogió y le brindó apoyo. Ellos lo acompañan a algunas de sus carreras en Europa pero casi nunca salen en cámaras.
El colombiano, que tiene sorprendidos a los medios europeos y a sus propios compañeros con un lenguaje locuaz, manifiesta que esa es su forma de ser.
«Decirle guevon a un colega o a mis compañeros de trabajo no es faltar el respeto. Es porque los considero amigos y así es es mi comportamiento» señaló al terminar la carrera.
Con 30 años ciertamente no se puede hablar de revelación en el caso de este corredor que, además, cuenta con dos segundos puestos en el Giro de Italia (2013 y 2014). Sin embargo, nadie contaba con él para el podio de este Tour.
Sin equipo y llegando como el ‘tapado’ de esta edición, el colombiano se llevó la que fue, tal vez, la etapa más dura de esta edición, la de Chambery. Aguantó siempre con los mejores, se sirvió de bonificaciones y sentenció su segundo puesto en la general con una gran crono en Marsella. Merecido premio para el de Antioquia.
«Aun no se que va a pasar con mi futuro. Por ahí me han hablado dos o tres equipos, pero no se que voy a hacer para el próximo año. A lo mejor continuo con Cannondale que es como una familia».
Para todo se ríe. «Me tocó frenar un poco mi forma de hablar porque mi familia me dice que se sorprenden con mis dichos», se rie ante cámaras.
El antioqueño destaca que viajará a Colombia unos días pero que no sabe que carreras hará con el equipo antes que termine la temporada.
(Fotos Cortesía)