Mientras la Corte le ordena al Zoológico de Barranquilla liberar al oso de anteojos ‘Chucho’, debido a que su hábitat es diferente al calor que soporta en ese lugar, el Zoologico de Barranquilla donde está en la actualidad el animal, explica que sin una correcta adaptación son muchos los peligros a los que se puede ver expuesto esta especie.
La decisión de la Corte ordena sacar a Chucho del Zoo de Barranquilla y trasladarlo a su hábitat natural, la entidad que lo tiene expone que tiene dudas si realmente podrá sobrevivir como un animal libre.
Las directivas de la institución barranquillera aseguran que bajo ninguna circunstancia el oso puede quedar totalmente expuesto a su hábitat natural, porque este no posee las suficientes habilidades para desenvolverse en ese ambiente.
El oso andino, más conocido como oso de anteojos, habita en un 74 por ciento en un área que se ubica en un corredor de tres parques nacionales naturales: Tatamá, Farallones de Cali y Munchique.
El oso se encuentra en buena parte de estas áreas, y si se mantienen las áreas bien conservadas, y se promueve un manejo sostenible en las áreas intervenidas, se asegurará la persistencia del oso en esta cordillera, aseguró en un comunicado del proyecto ‘Conservamos la Vida’, una alianza público-privada, en pro de la conservación de esta especie que adelantó este año una fase de diagnóstico sobre la distribución del oso en esta zona del país.
La decisión de la Corte obliga al Zoologico de Barranquilla a retornar al oso, denominado oso andino o de anteojos, a este hábitat y no a cautiverio como está en el momento.