El gobernador del Atlántico, Eduardo Verano De la Rosa, dio un parte de tranquilidad luego del recorrido que hizo a las obras de protección en el sur del Atlántico que ejecutó el Fondo Adaptación.
El mandatario aseguró que se verificó que hasta el momento tanto el terraplén como el colchacreto están respondiendo a las expectativas.
Verano recorrió el terraplén, desde Calamar hasta el casco urbano de Santa Lucía, y gran parte de los 1.500 metros de colchacreto que protegen el municipio. Allí, los pobladores le expresaron sus inquietudes por el agua que hay en la calle 9 y que será objeto de estudio para determinar su origen.
“Estamos verificando con la empresa que presta el servicio de agua potable en Santa Lucía para determinar si el líquido en la calle obedece a la ruptura de un tubo de suministro o proviene del canal del Dique. Lo que evidenciamos es que la protección está respondiendo”, dijo Verano.
El mandatario explicó que en estos momentos el río Magdalena está a la baja. Su máximo medida este año fue de 7 metros, mientras que el año pasado llego a 9 metros.
El subsecretario de Gestión del Riesgo de Desastres, Edinson Palma Jiménez, señaló que las obras de protección que hizo el Fondo Adaptación son robustas. Sin embargo, se hará monitoreo constante.
“La proyección en el río Magdalena es que siga disminuyendo el nivel. A la comunidad les manifestamos que la Gobernación estará analizando cualquier escenario de riesgo y actuar como corresponde”, anotó el funcionario.
Las obras del Fondo de Adaptación
El pasado 22 de junio el Fondo Adaptación entregó la megaobra del terraplén que tiene 34 kilómetros divididos en dos tramos: Calamar-Santa Lucía y Santa Lucía Villa Rosa; además, se hizo un contrato de reforzamiento especial en los sectores de Caño Tabaco, Caño Arenas y Boquitas y la protección de Santa Lucía que consiste en 1.500 metros de colchacreto. Su función principal es proteger la vía posibles filtraciones y rupturas del canal del Dique.
En el primer tramo se hizo la protección de la vía-dique que tiene 7 metros de ancho. El trabajo consistió en reforzar el existente contra erosión interna y en estabilizar los taludes. Se hizo un relleno con arena de dragado en el lado seco del dique existente y revegetalización de los sectores intervenidos.
Para el relleno se usó 1 millón de metros cúbicos de médano fino.
Las obras del tramo Calamar – Santa Lucía fueron ejecutadas por la Sociedad Latinoamericana de Construcciones S.A. (Latinco S.A.)