Paolo Guerrero, estrella del fùtbol peruano, habría obtenido un “resultado adverso” en un control antidopaje en la prueba tomada una vez terminó el partido con Argentina, que podría dejarlo fuera del repechaje ante Nueva Zelanda.
El delantero no sería de la partida ante Junior de Barranquilla con su club Flamengo, debido a que deberá viajar a Suiza donde le realizarán una contramuestra y el club no estimará conveniente alinearlo en la semifinal de la Copa Suramericana. El peruano tampoco estarìa en la respesca de este 11 dee noviembre ante Nueva Zelanda.
“Lo que existe hasta el momento es un resultado analítico adverso (RAA) para una sustancia S6 estimulante. Puede venir de una medicación utilizada, y allí el resultado no se considera positivo”, confirmó a su vez el presidente de la Comisión de Control de Doping de la Confederación Brasileña de Fútbol, Fernando Solera, a SportTV.
“Hasta ese momento a Guerrero no se le considera dopado”, agregó.
Guerrero, artillero del Flamengo de Brasil, se entrenaba con normalidad el viernes en su club, según la prensa de ese país. Aunque la Federación Peruana de Fútbol (FPF) no se ha pronunciado aún, Radio Programas aseguró también, que la organización ya fue notificada de un “resultado analítico adverso” en el examen antidopaje tras el duelo del 5 de octubre en La Bombonera de Buenos Aires.
Perú debe enfrentar en repechaje a Nueva Zelanda el 11 y el 15 de noviembre por un cupo al Mundial de Rusia-2018. Si el examen ‘antidoping’ es positivo, Guerrero no sólo arriesgaría su participación en la repesca sino también en el propio Mundial, en caso de que Perú se clasifique a la cita ecuménica.
Según detalló Solera a un blog de la cadena ESPN, la información la recibió a su correo electrónico particular, pero “aún no podemos entrar a hablar de qué sustancia es y por qué. El jugador tienen derecho a la defensa y demostrar qué es esa sustancia”.
En Perú, los entrenamientos de la selección se desarrollaban con normalidad aunque imágenes de televisión mostraban al DT de Perú, el argentino Ricardo Gareca, cabizbajo y conversando preocupadamente con el director deportivo Juan Carlos Oblitas.