La mitad de los doce estadios de fútbol que fueron construidos en Brasil para el Mundial de 2014 tuvieron sobrecostos provocados por las propias constructoras para desviar dinero, según admitieron ante la Justicia fuentes del grupo Odebrecht.
Odebrecht admitió las irregularidades que fueron divulgadas por los 77 exdirectivos de Odebrecht, la mayor constructora de Brasil, que pactaron con la Justicia delatar la gigantesca trama de corrupción en la petrolera estatal Petrobras a cambio de tener una rebaja en sus condenas.
En varias de las delaciones que fueron divulgadas esta semana por el juez de la Corte Suprema e instructor del caso Petrobras, Edson Fachin, aparecen citadas seis de las doce obras de construcción o reforma de estadios de fútbol para el Mundial de Brasil.
Los estadios en cuestión son el Maracaná de Río de Janeiro, el Mané Garrincha de Brasilia, la Arena Pernambuco de Recife, la Arena Castelao de Fortaleza, la Arena da Amazonia de Manaus y la Arena Corinthians de Sao Paulo.
El Ministerio Público de Brasil solicitó a Fachin que encamine las peticiones para investigar las irregularidades a otras instancias.