La Contraloría General denunció que una megaobra que se adelanta en La Guajira para el suministro de agua en varias zonas de la región, no está cumpliendo con los requisitos establecidos y afecta la entrega del liquido a la población.
De acuerdo con el ente de control, la obra no cumple con ninguno de esos propósitos que deberían beneficiar a estas poblaciones, azotadas por temporadas largas de sequías.
Se trata del Proyecto Estratégico Multipropósito Río Ranchería, que, según la Contraloría, se convirtió en un ‘elefante blanco’. Esta mega obra tiene como propósito, llevar agua a más de 300 mil habitantes de esta región y regaría los cultivos en más de 18 mil hectáreas del terreno.
La Contraloría evidenció incrementos en el presupuesto para la concreción de las obras, por $2.366 millones, lo que permitió que se prolongara su construcción hasta el 29 de diciembre del 2016.
La única función de la obra “es regular el caudal del río, toda vez que no surte de agua a los acueductos y no se han construido los distritos de riego ni la central hidroeléctrica”, afirmó el ente de control.
Por la falta de estas obras, no se ha podido aprovechar el caudal del Río Ranchería, que surtiría de agua a estas comunidades.
“Es preocupante la situación, más si se tiene en cuenta que no existe certidumbre sobre la fecha de realización de las obras faltantes para completar el proyecto (fase II), por lo cual la denominada fase de transición puede prolongarse por un tiempo indefinido”, advirtió el ente investigador.
“Lo expuesto representa un desgaste administrativo y económico tanto para la entidad estatal como para el contratista, teniendo en cuenta que cada prórroga requiere del trámite respectivo, (…) situación que al parecer se presenta por la falta de planeación del proceso de liquidación y entrega de la entidad suprimida (Incoder) a la ADR”, agregó la Contraloría.