Un informe de La Sabana advierte el preocupante panorama de adultos mayores en Colombia, debido a que más de 4 millones, de esta gran masa de la población adulta crecerá sin haberse garantizado sus condiciones básicas como salud o pensión. El número de adultos mayores sin pensión ni salud, representa un 74% y un gran porcentaje son abandonados.
Los adultos mayores en su gran mayoría, no tiene pensión, el 40% sufre de depresión y por lo menos 400 son abandonados cada año en Colombia, lo cual demuestra que no hay garantías para esa población.
El 90% de la población colombiana tiene acceso y cobertura al sistema de salud, pero apenas el 26% de las personas mayores de 65 años en el país goza de una pensión.
El informe de la Universidad de la Sabana, revela igualmente que en la actualidad existe un déficit de personal médico dedicado a atender esta población. Desde 1.982 hasta la actualidad se han formado 2.000 gerontólogos en Colombia, de estos apenas hay 4% en actividad.
Actualmente hay 80 geriatras en el país y 30 en formación; la mayoría de estos especialistas se encuentran en Bogotá, añade el documento.
Nueve de cada 10 médicos que se formaron como profesionales de la salud no tuvieron una instrucción específica sobre el cuidado o manejo del adulto mayor.
Como consecuencia de esta situación, 40% de los adultos mayores sufre de depresión, con lo cual se convierte en la segunda patología más frecuente en esa población después de la hipertensión arterial.
Otro de los aspectos críticos que muestra el informe es que el 74% de los adultos mayores no tiene pensión, por lo cual podría definírseles en una situación de vulnerabilidad y prácticamente de abandono.
“Esto los deja aún más desprotegidos, pues muchos viven en pobreza extrema, con violencia, maltrato, abuso y con un acceso al sistema de salud muy deficiente”, añade el documento.
Los investigadores también pusieron en evidencia la exclusión que afronta la población adulta del país, a pesar de que “tener 60 o más años no es sinónimo de ser una persona vieja”.
“A los adultos mayores se le deben dar más oportunidades de trabajo y estas deben adaptarse a las condiciones físicas y mentales de ellos. Lo anterior significa mayor apertura –por parte de los empleadores– a la flexibilidad laboral y al incremento de oportunidades de desarrollo y crecimiento humano de estas personas”, añade el informe.