El Ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, confirmó el carácter progresivo de la Reforma Tributaria que generará $20 billones adicionales en 2023 para la inversión social.
Ejes centrales de la reforma son: las sobretasas de renta para las exportaciones de petróleo y carbón; los ajustes al régimen SIMPLE de tributación, que favorecerá la formalización de empresas; los impuestos a sector financiero, bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados y el estímulo a las exportaciones desde las zonas francas.
“El pan, lácteos, el salchichón, arequipe y obleas quedaron excluidos de este gravamen”, dijo.
“No hay efecto alguno en renta ni en patrimonio para la persona que gane menos de $13 millones mensuales, es decir el 98% de la población”, expresó.
El Gobierno cuenta con su primera gran reforma aprobada: la Cámara de Representantes dio luz verde la conciliación final de la Reforma Tributaria que pasa a la próxima sanción del Presidente Gustavo Petro.
El cálculo del Gobierno es el recaudo de $20 billones adicionales en 2023 y que aumentará hasta $23 billones, en 2026, con el fin de ser invertidos en las necesidades sociales del país, como los programas para enfrentar el hambre, y hacer inversiones en educación, salud, vivienda, y acueductos para los ciudadanos que hoy carecen de ellos, entre otras.
“Esta reforma hace un gran avance en los programas del Presidente Gustavo Petro. Representa, en primer lugar, una reforma tributaria progresiva; las personas de más altos ingresos pagarán más; lo mismo a través de renta y patrimonio”, declaró el Ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo Gaviria.
Explicó, en conferencia de prensa, que las empresas simplificarán el régimen de beneficios tributarios, eliminando algunos que generaban inequidades entre sectores productivos, pero al mismo tiempo manteniendo los que tienen un efecto social, en cultura, ciencia y tecnología.
Punto central que se mantiene en la reforma aprobada es la contribución especial y temporal a los sectores del petróleo y carbón, que, dijo el Ministro Ocampo, “permite utilizar parte de sus ingresos extraordinarios por los precios altos a nivel internacional, para financiar el gasto social”.
El sector minero-energético será el aportante mayoritario de recursos. Se impuso una sobretasa en el impuesto de renta en las empresas petroleras y carbón, que equivale al 10% en el primer año; 7,5% en el segundo y 5% en el tercero. Además, no podrán deducir las regalías de su impuesto de renta.
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