Durante dos horas se revisaron las diferentes estrategias para salvaguardar la operación de la empresa, mantener la estabilidad del mercado, el servicio a los 12,5 millones de usuarios y la estabilidad laboral de cerca de 15.000 empleados.
El Gobierno del Cambio dio plazo hasta el 9 de octubre para que se capitalice o diluya la organización. Si antes de esta fecha no se toma una decisión, se entrará en un proceso reorganización empresarial, para garantizar la prestación del servicio, a través de la Superintendencia de Sociedades.
El MinTIC lideró una reunión con los representantes y líderes de TIGO, EPM, Millicom, y con la participación de la Superintendencia de Industria y Comercio, para encontrar una solución ante la crisis financiera por la que atraviesa la compañía. Ante la situación se plantearon dos soluciones: capitalizar o diluir la organización.
«La voluntad del Gobierno es que se pueda mantener la operación de la empresa, y preservar así la conectividad de 12,5 millones de usuarios y el empleo de los 15.000 colaboradores que trabajan directa e indirectamente. Sea la decisión que se tome, lo que buscamos es que en ningún caso se deje de prestar el servicio, y que avancemos en todo momento el plan de conectividad en el país», manifestó el ministro TIC, Mauricio Lizcano.
En caso de capitalizar la compañía, se realizaría una inversión de $150 millones de dólares, 75 por parte de UNE y 75 por parte de Millicom. Si se diluye, Millicom entraría a poner todos los recursos, y EPM quedaría con un porcentaje menor en propiedad de la empresa, que deberá ser aprobado por el Concejo de Medellín.
De cara a garantizar la conectividad de los usuarios, el MinTIC anunció que esperará hasta el próximo 9 de octubre la decisión por parte de los accionistas o entrará, como lo prevé la Ley, a un proceso de reorganización empresarial.
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