La Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), avanza en la ejecución del plan integral ambiental y de restablecimiento de la movilidad entre los departamentos del Quindío y Valle del Cauca ante la situación que se presentó desde el pasado 12 de abril con el puente El Alambrado.
Se contará con el apoyo de diversos expertos y el acompañamiento y supervisión de las autoridades correspondientes, garantizando los protocolos de seguridad.
Se avanza en la ejecución del plan integral ambiental y de restablecimiento de la movilidad entre Quindío y Valle del Cauca.
La solución definitiva es un puente nuevo de estructura metálica de 102 metros de longitud y 17 metros de altura que, según se estima, empezará a operar entre los meses de octubre y noviembre de este año.
De esta forma, se definió como solución definitiva la instalación de un nuevo puente de estructura metálica de 102 metros de longitud, con dos arcos paralelos laterales de 17 metros de altura, cuyas piezas se encuentran en alistamiento en Girardota y, serán trasladadas por cerca de 35 tractocamiones cuando el lugar esté acondicionado para su instalación. Se estima que el nuevo puente sea puesto en funcionamiento entre los meses de octubre y noviembre de este año, según el cronograma establecido por el concesionario.
Entre los primeros pasos para la adecuación del sitio está la demolición y extracción del puente colapsado, el cual se retirará de manera modular y se conservará en un terreno cercano para continuar con las indagaciones. Para ello, se cuenta con el apoyo de diversos expertos y el acompañamiento y supervisión de las autoridades, la Sociedad Colombiana de Ingenieros y las Corporaciones Autónomas Regionales.
“El retiro de la estructura es un proceso complejo, debido a varios factores: su ubicación en el lecho del río; su condición de material probatorio objeto de diversas investigaciones y, la necesidad de garantizar la seguridad de las personas que intervendrán en estas maniobras”, explicó Lyda Esquivel, vicepresidenta Ejecutiva de la ANI.