El país tiene una cobertura eléctrica en casi la totalidad del territorio y su capacidad más que se ha duplicado a 16.500 megavatios, desde que ocurrió el llamado “apagón” de comienzos de la década de 1990.
Actualmente, el Gobierno avanza en la electrificación de 170.000 de las 420.000 viviendas que hoy no cuentan con el servicio, la mayoría rurales.
Desde el 2012, la capacidad de generación aumentó en un 14%, gracias a las políticas del Gobierno, y en el más reciente Fenómeno de El Niño se promovió la cultura del ahorro de energía que evitó un apagón nacional, cuyo resultado logró triplicar la meta prevista.
El país cuenta con una matriz energética diversa, que redunda en una mayor eficiencia y limpieza, al tiempo que está impulsando el uso de fuentes energéticas no convencionales, lo que beneficia al consumidor y al medio ambiente, y permiten atender la creciente demanda de energía.
En los próximos años la matriz energética podría incluir hasta 50% de fuentes no convencionales y Colombia ha sido reconocida como ejemplo en energías renovables y sostenibilidad energética.
Hacia adelante, el reto del Gobierno es robustecer el sistema energético del país, garantizar su confiabilidad, optimizar la calidad de la matriz de generación y buscar precios eficientes para los usuarios.
De la misma forma, se expandirá la cobertura en áreas rurales a las que no se podía llegar por la violencia.