Los estudios señalan que una mujer en promedio usará 17.000 productos higiénicos, llenos de químicos, plásticos y otros compuestos sintéticos, que quedarán enterrados en los lugares de depositos de basuras y tardarán varios siglos en descomponerse.
Por ello, un grupo de estudiantes de la Universidad de Utah, liderados por su profesor Jeff Bates, desarrollaron la primer toalla higiénica 100 % biodegradable, aún más delgada y pequeña que las tradicionales.
Si bien las toallas biodegradables no son una novedad, estas tienen la particularidad de ser un 50 % más delgada y cómodas al usarlas. Según Amber Barron, integrante del proyecto, señaló que los materiales implementados hacen que las compresas » no sean tan abultadas». La toalla, nombrada «Shero», está hecha a base de algodón y un material usado en las bolsas de té con una capacidad para degradarse en 45 días y seis meses.
La iniciativa de la «Shero» nació como una solución para facilitar que las poblaciones pequeñas hagan uso de las compresas usando materiales locales, sin herramientas demasiado sofisticadas. La organización guatemalteca Shevo, que buscaba soluciones sostenibles para el manejo de la menstruación en ese país.
Aunque la toalla fue diseñada para ser usada en países en desarrollo como Guatemala, el equipo planea vender los productos en Estados Unidos como una opción para las mujeres que quieran reducir su impacto medioambiental.