Más de 50 expertos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y Organización Mundial de la Salud (OMS), provenientes de 12 países, se reunieron para avanzar en el uso del software AirQ+ y evaluar los impactos de la contaminación y la salud.
Proyectos de impacto de la biodiverciudad, como recuperación de la ciénaga de Mallorquín, el bosque urbano, siembra de árboles, entre otros, consolidan a la ciudad como un laboratorio para la academia.
Barranquilla, por la creación de entornos urbanos saludables, atrae modelos internacionales para el manejo de la contaminación del aire y su impacto en la salud. Nuestra ciudad fue anfitriona y sirvió de ejemplo en el marco del taller formativo en el uso de AirQ+, un software gratuito para sistemas operativos Windows y Linux desarrollado por la Oficina Regional para Europa de la Organización Mundial de la Salud.
De este modo, la Organización Mundial de la Salud (OMS), de la mano con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), se reunió con más de 50 expertos de 12 países de las Américas en Barranquilla para trabajar en herramientas que promuevan el desarrollo de políticas públicas en relación de la salud y la contaminación del aire.
Para Cristina Verth, consultora de la OMS, el cambio que ha experimentado la ciudad en los últimos años y la intención que tiene a futuro, es de admirar y se convierte en un caso importante de aprender. “Barranquilla está haciendo un gran aporte en espacios verdes y está incorporando grandes espacios azules, como son los proyectos del malecón del río y la ciénaga de Mallorquín”, explica Vert.
“Barranquilla va en buena dirección, el compromiso existe por parte de la administración y hemos tenido el placer de vivirlo de primera mano, conociendo el buen uso de los espacios”, agrega Vert.
Barranquilla, un laboratorio para la academia
Barranquilla ha pasado por un proceso de transformación social, económico, urbano y ambiental. En los últimos 15 años, la ciudad ha pasado de intervenir espacios verdes y parques barriales a intervenciones más complejas como la construcción de parques metropolitanos, la siembra masiva de árboles, la construcción de infraestructura azul adaptada al cambio climático, la regeneración y creación de bosques urbanos, y hasta la apuesta de la recuperación de sus cuerpos de agua y del ecosistema más importante de la ciudad, la ciénaga de Mallorquín.
Es por ello que la ciudad se convierte en un laboratorio para la academia y organizaciones multilaterales que buscan medir la efectividad y los impactos de las políticas y programas de manera aplicada, y así aportar al acervo de conocimiento aplicado, y generarle a la ciudad oportunidades de financiación y cooperación que fortalezcan las capacidades de la región.
Juan Manuel Alvarado, gerente de Ciudad, valora que Barranquilla sea vista como ejemplo para otras ciudades, en especial en el cuidado del medio ambiente. “Ya la gente sabe de la ciénaga y se está hablando de Mallorquín. Recuperar un espacio históricamente olvidado. Esto repercute en un avance muy importante para la inversión pública y, así, poder seguir gestionando recursos para la ciudad”, manifiesta Alvarado.
Detalles de la visita
Durante la visita y el desarrollo del taller también se llevó a cabo el Seminario Internacional: Soluciones para el Cambio Climático, Calidad del Aire y Salud Pública, en el Auditorio Marvel Moreno de la Universidad del Norte.
La OPS organizó estas jornadas formativas junto con el PNUMA, el Instituto Nacional de Salud Pública de México, la Universidad Estatal de Colorado, la Universidad de Los Andes, el Programa Clima y Aire Limpio en Ciudades de América Latina (CALAC+), la Coalición de Clima y Aire Limpio, y el Clean Air Institute.
En el evento se describió el funcionamiento de las herramientas, se aplicaron ejemplos y oportunidades desde una perspectiva regional en el marco de la Agenda de Cooperación en Salud, Ambiente y Cambio Climático de la OPS. Además, se generó el primer borrador del Plan de Acción del Grupo Regional de Expertos en AirQ+ de ALC construido por los participantes y expertos.
Durante el taller, los participantes del grupo experto realizaron la evaluación del impacto de la contaminación del aire en 15 localidades de la región, prepararon planes de trabajo para el uso de la herramienta en sus países, y capacitaron a un grupo de cerca de 30 estudiantes, profesores y profesionales de la Alcaldía de Barranquilla en el uso básico de la herramienta.
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