Desde el pasado 6 de noviembre, día en que se presentó el deslizamiento que afectó varias viviendas y el cementerio de Piojó, la administración departamental viene atendiendo a 151 familias damnificadas, principalmente con entrega de ayudas de emergencia y subsidios de arriendos temporales.
Se han trasladado 23 restos de cuerpos del cementerio de Piojó. La Gobernación del Atlántico ha ejecutado un trabajo incansable en la atención de los damnificados del municipio de Piojó, al cumplirse un mes de la emergencia por el deslizamiento de tierra.
Un equipo de sicólogos del programa de Salud Mental viene adelantando apoyos sicológicos y brindando contención emocional a las familias afectadas por la emergencia.
En esta población se lograron identificar 151 familias damnificadas, a quienes la Gobernación del Atlántico les ha brindado una ayuda económica para el pago de arriendos temporales, mientras se adelanta la solución definitiva de una posible reubicación.
Por otro lado, se han trasladado 23 restos de fallecidos, cuyas bóvedas sufrieron afectaciones por el deslizamiento en el cementerio municipal. Antes de finalizar el año, se espera trasladar cerca de 100 cuerpos hacia otros cementerios de la zona.
Esto conlleva a una situación emocional de los familiares de estos fallecidos, quienes reviven un nuevo duelo por la muerte de su ser querido. Ante esto, el equipo de sicólogos del programa de Salud Mental de la Secretaría de Salud viene brindando apoyos sicológicos y contención emocional a las familias afectadas por la emergencia.
Ayuda a los afectados por el invierno
El año 2022 ha sido cambiante en materia climática. Durante el primer cuatrimestre del año, se presentó una grave emergencia debido a la fuerte sequía en el departamento del Atlántico, por lo que se desplegó un plan de acción para abastecer a las familias en los municipios en que el agua estaba escaseando; con el propósito de garantizar el suministro de agua potable a todas las familias que lo requerían. Se atendieron unos eventos por vendavales y tres eventos por crecientes súbitas de arroyos.
A partir del mes de mayo, comenzaron las fuertes precipitaciones en el Atlántico y el territorio nacional, las cuales se han mantenido hasta la presente fecha, aumentando así los niveles del Río Magdalena, Canal del Dique, Embalse del Guájaro y demás cuerpos de agua existentes en el territorio atlanticense. Todas estas situaciones han dejado hasta la fecha más de 15 mil familias damnificadas, según registro RUD de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo (UNGRD).
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