Los aranceles a las confecciones y el calzado puede afectar aún más a estos dos sectores, advirtió Fenalco, al señalar que un aumento de aranceles a confecciones y calzado, podría generar una grave alerta para el país.
La Federación Nacional de Comerciantes, Fenalco, presentó otro punto de vista acerca de la situación actual del sector de confecciones y calzado, a través del estudio “Retos y Perspectivas de las Confecciones y el Calzado”, liderado por Hernando José Gómez, exjefe negociador del TLC con Estados Unidos y consultor privado.
Hasta el momento habían salido a la luz las declaraciones del sector manufacturero de confecciones, que genera 250.000 empleos directos y no 1.800.000 como se divulgó en días pasados, en medio de lo que la ex ministra de Comercio, Industria y Turismo, María Claudia Lacouture denominó un contexto de “desinformación”.
Las cifras de ocupados en sector de comercio reflejan una tendencia creciente que pasó de 140 mil empleos en 2003 a 247 mil en 2015.
“En otras palabras, las líneas de generación de empleos entre manufactura y comercialización de confecciones y calzado se acercan cada vez más, luego cualquier medida que espere tener efectos sobre la industria debería tomar en consideración la generación de empleos directos que deriva de ambas actividades”, agrega Gómez a Unipymes.
Hoy nos encontramos en la parte baja de un ciclo económico y en niveles muy bajos de confianza del consumidor, esto explica el por qué las personas han moderado su consumo en lo que llevamos del año. Esta caída la vemos principalmente en bienes durables como carros y en los que no son de primera necesidad, como por ejemplo vestuario.
En la industria confecciones y comercio están estrechamente relacionados, una caída en el consumo como la que hoy estamos viviendo afecta por igual a ambos sectores. Importantes referentes del comercio han manifestado esta semana que sus ventas no pasan por un buen momento. Pese a esta situación coyuntural, el comercio se mantiene optimista, continúa invirtiendo y creciendo, lo mismo que generando nuevas fuentes de trabajo.
Las soluciones a este complejo panorama que plantean algunos de los confeccionistas nacionales enfatizan el fortalecimiento de las barreras arancelarias, no obstante, el estudio advierte que de acogerse los incrementos arancelarios que han sido puestos sobre la mesa (10 puntos), el colombiano sentiría un aumento equivalente a 7% en los precios del vestuario, impactando en 0.35% el Índice de Precios en el Consumidor (IPC), alza equivalente a la que ha tenido el vestuario en 7 años. Ello lejos de contribuir a la oferta local, podría prolongar el círculo negativo en la industria (menor consumo, menor comercialización, menor producción, menor generación de empleos) e incentivar el contrabando y la subfacturación, un flagelo que ataca a todos los actores de la ecuación.
Colocar un arancel o aumentarlo no es la opción económica ideal para que los sectores de confecciones y calzado se reactiven según un estudio de Fenalco. El gremio cree que la caída en el consumo, la poca productividad y el contrabando explican el momento actual.
El gremio sostiene que los aranceles bajos desincentivan el contrabando. La opción, advierten, es tener bajos niveles y controlar la subfacturación. El estudio también pone en entredicho las cifras que han dado los confeccionistas sobre empleos del sector y los que se han perdido.
El problema real que enfrenta el país, es que la confianza del consumidor ha caído y la ventas se han mermado. Plantea que los empresarios de estos sectores tienen que trabajar en mejorar su productividad