14 profesionales atlanticenses recibieron sus títulos de Expertos en Formación de Formadores de Prácticas Restaurativas, convirtiéndose en el primer grupo de esas características a nivel nacional.
La Gobernación del Atlántico, a través de la Secretaría del Interior, entregó títulos de Expertos en Formación de Formadores de Prácticas Restaurativas a 14 profesionales de distintas áreas, quienes se convirtieron en el primer grupo de esas características a nivel nacional.
La Escuela Española de Mediación y Solución de Conflictos fue la encargada del proceso de la formación, con el objeto de coadyuvar en la implementación de la justicia y prácticas restaurativas, así como la solución de conflictos a nivel comunitario.
Durante el proceso formativo, los nuevos expertos realizaron 100 círculos restaurativos, proactivos y reactivos, en Malambo, Sabanagrande y Soledad, donde participaron más de 1.000 personas de esos municipios.
“Esta capacitación se realizó en el marco del proyecto Apoyo a la Gestión de la Secretaría de Interior departamental, para el fortalecimiento de la Justicia Restaurativa, la prevención de la violencia juvenil, intrafamiliar y de género, la promoción y defensa de los derechos de la mujer y la familia”, explicó el secretario del Interior, Jorge Ávila.
Esta iniciativa hace parte también del mejoramiento y cualificación de los servicios que prestan las comisarías de familia municipales en el departamento del Atlántico.
“Después de 500 horas de formación, estos 14 profesionales trabajarán intensamente en sus comunidades para tramitar y resolver conflictos de manera pacífica. Este es el primer piloto en su tipo en Colombia y contó con el acompañamiento del Ministerio de Justicia”, dijo el funcionario.
Agregó que estas personas serán replicadores en sus territorios de este modelo de solución pacífica de conflictos para transformar la conflictividad social en nuestro departamento.
“Las prácticas restaurativas son una forma de pensar y reflexionar sobre el ser humano, sobre cómo humanizar a las personas. Es muy beneficioso para las comunidades porque permite reconstruir el tejido social, crear más relaciones entre la gente en sus barrios y lugares donde comparten, fortaleciendo a la comunidad y a los individuos”, expresó Elisa Buelvas, una de las
Prácticas restaurativas
Las Prácticas Restaurativas usan procesos informales y formales que anteceden a las conductas indebidas, que forjan proactivamente relaciones y crean un sentido de comunidad para evitar el conflicto y las conductas inapropiadas.
Las informales incluyen la escucha, las declaraciones afectivas, las preguntas afectivas, las pequeñas reuniones espontáneas. Y las formales, los círculos restaurativos, las reuniones restaurativas y las reuniones de grupo familiar.
La Justicia Restaurativa no tiene como fin el castigo a ultranza del ofensor, sino que este reconozca desde la reflexión y la empatía sobre el daño causado, su responsabilidad. Con ello se pone la primera piedra para la construcción de un proceso de reparación a la víctima, donde el victimario (ofensor) es el principal artífice.