Esta enfermedad afecta no solo a estudiantes sino a docentes, padres de familia y demás miembros de la comunidad educativa. El mayor número de personas atendidas por depresión en esta población se da en el grupo de los 15 a los 19 años de edad: en 2015 se atendieron 4.574 personas con diagnóstico de episodio depresivo, mientras que en 2016 fueron 4.710.
Siguen en frecuencia las consultas por depresión en niños, niñas y adolescentes de los 10 a los 14 años de edad: en 2015 consultaron 2.706, en tanto en 2016 fueron 3.168.
El Ministerio de Salud y Protección Social, en el marco del año mundial de la salud dedicado a la depresión, hace un llamado para la prevención de esta enfermedad en los colegios, escuelas, universidades y demás entornos educativos.
Durante esos dos últimos años se observó un incremento en el número de personas atendidas por esta causa; las mujeres fueron quienes más consultaron, con una frecuencia de 69%, mientras que los hombres tuvieron una frecuencia de consulta de 31%. El tipo de depresión más prevalente fue el episodio depresivo moderado.
En ese sentido, el Gobierno invita a fomentar el diálogo sobre la depresión como principal medida de prevención del suicidio, ya que en la escuela y en las universidades es cada vez más frecuente esta patología tanto en niños, niñas y adolescentes como en docentes y padres de familia.
Las manifestaciones más visibles de la depresión en el entorno escolar están asociadas con bajo rendimiento escolar y laboral, así como a problemas de convivencia. Dado que es un entorno de vida cotidiana donde ocurre buena parte del desarrollo de los individuos, para fortalecer sus habilidades de afrontamiento es clave mejorar sus redes de apoyo, realizar detección temprana y promover la inclusión escolar.