Cuando el país celebraba el inicio de las novenas navideñas, el Senado de la República aprobó la Reforma Política.
La reforma aprobada limita a tres períodos la permanencia en las corporaciones públicas (Senado de la República, Cámara de Representantes, Asamblea Departamental, Concejo Municipal y Juntas Administradoras Locales) a quienes participen en su elección y sean escogidos por la votación.
El gobierno de Iván Duque consiguió las mayorías para salvar su reforma política. El Partido de la U fue quien a última hora completó la mayoría para ayudar al ejecutivo a salvar la reforma.
Con 59 votos a favor y un contra la conciliación de la reforma política que se salvó pero continuará su trámite el próximo año. El objetivo es aprobarla en su totalidad antes de junio y que entre en vigencia para las elecciones locales y departamentales de 2019.
“Los contenidos de la reforma, no plantea modificar el Consejo Nacional Electoral, y convirtieron en una colcha de retazos que no resuelven los principales problemas políticos y electorales del país”, dijo la representante de la Alianza Verde, Juanita Goebertus.
La iniciativa contiene reglas para la conformación y funcionamiento de partidos y movimientos políticos; régimen de inhabilidades para quienes busquen cambiarse de partido, el cual aumentó a dos años, la financiación preponderantemente estatal, que seguirá permitiendo los aportes privados en las campañas; la posibilidad de que los congresistas puedan ser delegados ministros del gabinete y, por último, un punto polémico, la creación del Fondo de Inversión de Iniciativa Congresional, proveniente del Presupuesto Nacional General, para los proyectos específicos de los congresistas, que deben de ser sustentados ante el Departamento Nacional de Planeación.