El Ministerio de Salud persistirá en el reto de la lucha contra el mal uso y el abuso de los antibióticos, un tema que debe estar en la agenda diaria de todas las entidades, para no «consumir» una alternativa terapéutica por el empleo irresponsable de estos medicamentos.
El ministro Aseguró que se requiere fortalecer el trabajo intersectorial para responder efectivamente a este reto, que supone una amenaza a la salud pública mundial.
Señaló que la resistencia a los antimicrobianos es un problema que se viene abordando desde hace décadas, pero que, por su complejidad, se debe insistir en él.
«Este tema ha estado al frente de la humanidad y de todos los países desde hace muchos años con una potencial amenaza que uno no termina de dimensionar; es un tema que vamos entendiendo año tras año y sigue latente, por lo que es importante mantenerlo en la agenda de todas las instituciones», aseguró el ministro Uribe.
En este sentido, anotó que deben existir políticas globales, regionales y nacionales en las que se pueda discutir esta problemática, pues la mala utilización y abuso de este tipo de medicamentos ocasionan una resistencia a ellos y, consecuentemente, una amenaza a la salud pública mundial. «Necesitamos mantener esos marcos de política pública, mantener visible el tema y sus potenciales impactos», agregó.
En su intervención en el foro, apoyado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el Ministro manifestó que la resistencia antimicrobiana demuestra, además, la necesidad y la dificultad del trabajo intersectorial, que hace que este reto sea complejo y que imponga un dilema inmenso de cómo abordarlo con efectividad.
«En el caso colombiano es fundamental ir avanzando en el trabajo intersectorial y que con entidades como el ICA, Corpoica e Invima se efectúen esfuerzos para que el trabajo sea más efectivo y más concreto», apuntó Uribe. «Hay profundo interés en este tema de parte del Ministerio, en que nuestras instituciones privadas y públicas estén trabajando día a día dentro de sus capacidades y se vuelvan mejor como organizaciones y manejen mucho más responsablemente los antibióticos».
