Venezuela denunció la «incapacidad» de Colombia para controlar a sus grupos armados ilegales, luego que tres militares venezolanos murieran y diez más resultaran heridos en una emboscada en una zona fronteriza.
«Rechazamos con contundencia la incapacidad del Estado colombiano de no poder controlar sus grupos (irregulares), su violencia y su narcotráfico», dijo el ministro de Defensa, general Vladimir Padrino, a través de la televisión gubernamental.
El oficial reiteró que el ataque del domingo, en el estado Amazonas (sur), fue cometido por un escuadrón paramilitar colombiano en represalia por la captura de nueve de sus integrantes.
Pero según la ONG indigenista Kape Kape fue perpetrado por el Ejército de Liberación Nacional (ELN), reconocida como la última guerrilla izquierdista del país vecino.
«A Colombia como Estado y gobierno le pedimos responsabilidad y que asuma la misma», añadió Padrino.
«Pido a la Fuerza Armada mucha prudencia porque por supuesto que allí está la estrategia, provocarnos, producir un falso positivo en la frontera y desarrollar una escalada más intensa», sostuvo.