El exministro Carlos Alvarado se convirtió este domingo en presidente electo de Costa Rica, tras vencer en las urnas al predicador evangélico Fabricio Alvarado, tras una campaña marcada por la discusión en torno a la religión y el matrimonio homosexual.
Con 90,62% de las mesas de votación escrutadas, Carlos Alvarado, del Partido Acción Ciudadana (PAC, centroizquierda), obtuvo 60,66% de los votos frente a 39,34% de su contrincante, del conservador Restauración Nacional (RN), un partido nacido de las iglesias neopentecostales.
«Fue un triunfo del candidato que pregonó un discurso de amor y tolerancia», comentó eufórico Rodrigo Echeverría, de 48 años, quien salió a celebrar el resultado al centro de la capital.
La votación se polarizó por el surgimiento del tema del matrimonio homosexual, luego de que en la primera ronda Fabricio Alvarado planteara el retiro de Costa Rica de la Corte Interamericana de Derechos Humanos tras un pronunciamiento de esa instancia favorable a las uniones de personas del mismo sexo.
Carlos Alvarado defendió el derecho de las parejas homosexuales a casarse, que la legislación costarricense actualmente prohíbe, y postuló una agenda de defensa de los derechos humanos.