El arzobispo de Barranquilla, Monseñor Pablo Salas Anteliz, arzobispo de Barranquilla, puso énfasis este viernes en la liturgia de las siete palabras, el martirio de los inocentes que son hoy las víctimas indefensas de la violencia, el desplazamiento, la injusticia social y las migraciones.
La Iglesia católica conmemoró la pasión y muerte de Jesús, en este la Iglesia se une en oración por todo el mundo, elevando suplicas especiales, por el Papa, los sacerdotes, los gobernantes, los que no creen en Cristo y los que padecen enfermedad.
En el Sermón de las siete Palabras, monseñor insistió en que “cargar la Cruz, contemplar la Cruz, besar la Cruz, es tomar la decisión de amar, de ser solidarios, comprometidos, de estar del lado del que sufre, del que tiene problemas, en lugar de huir, de retroceder”.
Durante la ceremonia de la Pasión del Señor en la Catedral Metropolitana María Reina, el arzobispo Pablo Salas, expresó que «la cruz Jesús une a las familias que se encuentran en dificultad, y Dios y la Iglesia no callan ante las injusticias del mundo”.
«Sufrimos y exigimos justicia con quienes padecen cada día. No hay cruz en la vida humana que el Señor no comparta con nosotros».
La Arquidiócesis de Barranquilla ratificó el llamado a vivir el modo encuentro, de manera que todos los creyentes, reconociendo el compromiso en la entrega amorosa de Jesús, sepan brindar a los hermanos el apoyo necesario en los momentos de dificultad.
Monseñor Salas encabezó el recorrido por las calles cercanas a la Catedral metropolitana durante la tradicional procesión de Viernes Santo con la imagen del Santo Sepulcro, la Dolorosa y la Santa Cruz.