Roberto Gerlein al hablar con los medios sobre u retiro político, afirmó que no se dormía en sesiones del Congreso, solo cerraba los ojos en ocasiones para concentrarse en el debate.
El dirigente político habló de su retiro del legislativo y aseguró que desde 1968 no ha dejado de ir al Congreso.»Mi presunto sueño en el Congreso no es cierto», dijo Gerlein. «Yo tengo más de 50 años de ser congresista, ya cumplí con mi deber, con el país, con el Congreso, con el partido, ya es tiempo de recoger las velas».
Seguirá siendo dirigente político en la costa y aseguró que eso no se irá de su vida. Solo que por prescripción médica no podré estar en Bogotá por la altura»
Contrario a lo que dice todo el mundo él no duerme en los debates sino que cierra los ojos para concentrarse ya para estar «atento al orador para conocer sus puntos de vista y, si es el caso, comentarlo”.
“Al contrario, en esos momentos también converso atentamente, no sé por qué me inventaron esa siesta”, manifestó el senador.
Gerlein, que llegó al Congreso, a través de la Cámara de Representantes, el 20 de julio de 1968, y que solo dejó su curul un año y medio cuando fue nombrado ministro durante el gobierno de Belisario Betancur, recuerda que «en ese entonces no se perdía la condición de congresista por aceptar un cargo de ministro, o por aceptar -como también sucedió conmigo- un cargo de gobernador. La verdad es que no he dejado de estar concurriendo al Congreso de Colombia desde 1968».
Sobre su retiro del Congreso, el dirigente político señaló que tomó la decisión por cuestiones de salud pues la altura de Bogotá le afecta y su médico le dijo que los constantes viajes entre la capital y Barranquilla podían hacerle mucho daño. «Me inscribí hace un mes pensando que podía superar el escollo de mi enfermedad coronaria, pero cada vez que voy a Bogotá me siento con problemas de respiración, de apatía, generales, mi estado se complica con la altura. Entonces lo mejor es no desafiar la naturaleza», sostuvo.