El ministro de Ambiente, Luis Guillermo Murillo, anunció la creación de una gerencia encargada de poner en marcha las acciones para recuperar la Ciénaga Grande de Santa Marta.
El senador Efraín Cepeda, quien citó al ministro al recinto del congreso para debatir el tema,exigió que se tuviera en cuenta que esta medida no soluciona todo el problema y que se debe suspender las concesiones de uso de agua alrededor de la Ciénaga, hasta que no haya un informe técnico que indique las afectaciones que éstas le producen al ecosistema.
Señaló que mientras los pobladores de esa zona no tengan alcantarillado, van a continuar con los vertimientos de residuos. Advirtió, «el bosque de mangle, que ha venido talándose y muriéndose, transforma estos residuos dañinos en materia orgánica».
Además, sobre los otros múltiples factores que afectan el cuerpo de agua, aseveró “no somos enemigos del desarrollo y estamos de acuerdo con que se construyen carreteras, pero con respeto al ambiente”. Como coordinador de la Subcomisión, solicitó la implementación de juicios fiscales, disciplinarios y penales a las personas que han causado daño al cuerpo de agua.
El senador atlanticense se refirió a las obras en el viaducto, a la altura del kilómetro 19, destacando que la inversión ha sido de 4 mil millones de pesos. Además, insistió que el viaducto es completamente necesario y es la única forma de evitar que se taponen los ingresos de agua dulce y agua salada.
Entre tanto el ministro de Ambiente, Luis Guillermo Murillo, en su intervención, habló sobre la creación de la gerencia de la Ciénaga Grande de Santa Marta, “en este mes se inician las operaciones, con un gerente, un equipo con una coordinación en el departamento del Atlántico, para toda el área de la Ciénaga que cubre el departamento, y esa es una buena noticia para el Magdalena, el Atlántico y el Caribe», sostuvo el jefe de la cartera ecológica.
Posteriormente, el director de Corpamag, Carlos Diazgranados, llamó la atención acerca de que, si bien es cierto que algunos finqueros hacen captaciones ilegales de aguas de los ríos que llegan a la Ciénaga, «también lo es que estos ríos transitan por la zona productiva del departamento, la zona bananera, que emplea de forma directa a unas 25 mil familias». No obstante, aclaró, «no por ello debemos ser amanuenses de actividades indebidas, sino que las concesiones deben ser tratadas con prudencia, y eso es lo que hemos venido haciendo».
Finalmente, Sandra Villardy, de la Universidad del Magdalena, indicó la necesidad de «alinearnos los productores, los pobladores y el Gobierno para actuar, porque la Ciénaga nos necesita».
